ORGANIZA | COLABORA Agencia Andaluza de Instituciones Culturales - Instituto Andaluz del Flamenco / Magase Art Gallery
En esta exposición presentamos una colección de obras inspiradas y realizadas en los Tablaos flamencos. En dichos espacios, el cante, el toque y el baile flamenco se manifiesta con toda su capacidad emocional y artística y en concreto, el Tablao Flamenco Los Gallos ha sido el enclave propicio para estar y crear con este arte.
Patricio y Martín han querido dibujar y modelar al igual que los artistas flamencos cuando suben al escenario del tablao, como un encuentro entre artistas donde median los palos flamencos, los compases, la melodía, el movimiento, la música, el cante y la magia del momento.Patricio Hidalgo lleva una década visitando el tablao con sus pinceles. Comenta que es donde ha aprendido a manchar flamenco, enfrentándose directamente a este arte desde su arte, donde ha comprendido que detrás de todo artista hay oficio de cantaores y cantaoras, de guitarristas y de bailaoras y bailaores, y que después del oficio, cuando suben al escenario, se inicia la búsqueda en la que a veces se produce el encuentro con el misterio, el duende, el arte, y como dice Patricio: “hay que ver lo interesante que es esa búsqueda, esa llama viva que es el flamenco que tanto me inspira”.
El otro pilar de la exposición es Martín Lagares, lleva ya unos años acercándose al flamenco con su arte. Es la primera vez que se enfrenta con un modelado en constante movimiento, y es que Martín logra captar a través de un modelado de trazos vigorosos la fuerza del instante flamenco.
Martín Lagares y Patricio Hidalgo son dos artistas que se expresan paradójicamente en una misma lengua con idiomas diferentes, uno mancha y el otro pellizca con el barro para llegar a puntos de encuentro similares a la hora de abordar el flamenco.
Patricio incide en la mancha y en los lugares insospechados adonde esta conduce, confía en el trazo y en el poder de la abstracción para retener la emoción de un grito, un gesto, una melodía… y concreta con el dibujo para corresponderse con la escena y con el artista flamenco, para que la mancha sea baile, cante o toque. Martín hiere el barro y es amigo de la figuración abstraída por el movimiento, el equilibrio y la vida del gesto, elementos sobre los que va construyendo nuevas formas, nuevas figuraciones para alcanzar la gracia en un nuevo encuentro con este arte en constante movimiento entre tradición y vanguardia.