‘Todo es de color’ sirve de título a esta curiosa exposición de retratos flamencos realizados por J. Reyes, en los que cobra el color un papel predominante como curiosa expresión de lo invisible: La voz, la música, el alma misma del artista que canta, toca o baila.
Pero... ¿se puede ver la música? De sonidos negros hablaba Lorca cuando intentaba desentrañar el hondo misterio del duende. Si hay sonidos negros, no sería impensable la existencia de sonidos blancos o rojos o verdes... ¡El arco iris entero! Y así lo ha entendido J. Reyes cuando, desde su muy particular perspectiva, ofrece estos retratos donde, a través del color, nos acerca a la música, a la voz y alma de casi una treintena de artistas flamencos o próximos al mundo flamenco, artistas legendarios de ayer y de todavía, artistas también de hoy.
Junto a las pinturas, hay una serie de glosas en cartelas realizadas a partir de los personalísimos comentarios de J. Reyes. Competa esta muestra una obra singlar que, en su condición de gitano, ha querido mostrar al público este artista: Una pintura que nos habla acerca de la persecución y el exterminio de gitanos llevados a cabo por los nazis en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.