La exposición, comisariada por José Álvarez, a partir de 30 obras de artistas históricos como Antonio Rodríguez Luna, Ismael González de la Serna o Rafael Zabaleta, recorre diversos capítulos del arte español hasta la ruptura con la tradición imperante que supuso la eclosión de la posmodernidad. Desde el clasicismo revisado de Pedro Bueno y Juan Antonio Corredor al neo expresionismo de Paco Serrano, la muestra transita por el fauvismo de Cantabrana, la expresividad de Cuenca Muñoz, Rafael Álvarez Ortega, Luis Celorio o Marcial Gómez, el lirismo de Julia Hidalgo y Cristóbal Ruiz Pulido y la franqueza del neorrealismo de José Duarte, Aguilera Amate o Castro Cadenas. Otra realidad se muestra en las obras de Gómez Nucete y José María Córdoba, mientras que Carlos Luca de Tena, Antonio Castilla e Isabel Santaló representan el abandono de la figuración a la búsqueda de nuevas formas. La superación de la modernidad, que llevaron a cabo los entonces jóvenes artistas del último cuarto del siglo XX, sirve como excelente colofón a la muestra con obras de Pepe Espaliú, José Mª Baez, Miguel Rasero, Luis Cárdenas, Mª Teresa García López, Castrortega y José Manuel Velasco.