OBRA DE FRANCISCO FERNÁNDEZ
El título y la obra evoca colecciones infantiles, unas veces tratadas de forma primitiva, otras cargada de alegorías y arcanos inconscientes, pero siempre acometida de una forma visceral y rotunda, como es todo lo vital.
En su primera parte, la exposición muestra una serie de óleos sobre lienzo de animales asociados a la extinción. Obra ecléctica que combina un Pop agresivo en los colores con un surrealismo evidente, pero sin pretensiones. El significado es abierto, volcando sobre el espectador la responsabilidad de titular cada tela, dependiendo de su formación, su sensibilidad artística, su edad, etc. Tanto iconológica como iconográficamente, los motivos están tratados como si fueran expuestos en un gabinete de curiosidades renacentista. Una mezcla heterogénea de cosas raras, nuevas y singulares, fuera de contexto y siguiendo sus consignas: Naturalia, Artificialia, Scientifica y Exótica. La segunda parte de la exposición la componen paisajes más o menos impresionistas, de técnicas diversas, que dulcifican la presentación y la hacen más accesible al gran público.