Una obra representativa de la producción de Luisa Roldán, la Roldana, una artista fundamental para el conocimiento del Barroco en Sevilla y para el estudio de la escultura en el arte en España. El hecho, además, de tratarse de una mujer artista en un periodo histórico como el siglo XVII español, la convierte en una figura excepcional más allá del panorama artístico local.
El relieve se situa cronológicamente en los años finales de la producción de la Roldana, cuando se instala en Madrid como escultora de cámara del rey. Representa un motivo propio de las imágenes más intimistas de la Virgen y el Niño: el momento en el que María da el pecho al Niño. Esta iconografía, normalmente llamada Virgo Lactans o Virgen de la Leche, tuvo una alta demanda en el Barroco con importante presencia tanto en las clausuras femeninas como para la devoción privada. Precisamente por haberse conservado hasta ahora en propiedad particular no ha tenido la difusión de otras obras de la autora, permaneciendo anónima hasta su publicación en el año 2000 por Mª Victoria García Olloqui.
A pesar del formato reducido de la pieza, su modelado es muy detallado, ejemplo del delicado trabajo de la artista con independencia del formato de sus trabajos. A esta depurada técnica hay que añadir la esmerada labor de policromía que presenta el relieve, en la que es visible el luminoso colorido que la artista buscaba para sus creaciones, y el empleo de algunos toques dorados, detalle frecuente en sus obras. La escultora ha completado la composición con cabezas de ángeles situadas en la parte superior y con los dos angelitos colocados sobre el grupo de la Virgen en el Niño que sostienen el cortinaje verde a modo de baldaquino o palio sobre ese grupo principal. Estos pequeños ángeles los emplea frecuentemente en otras obras de bulto redondo del mismo tema en las que aprovecha la base de la escultura para situarlas.