Cuando se cumplen más de 175 años del nacimiento de la fotografía, no queda otro remedio que echar la vista atrás. Es realmente fascinante como un producto de la modernidad ha podido evolucionar y conquistar tantísimos cambios en este breve periodo de tiempo. Así pues, la edición actual de la Bienal de Fotografía es, en primer lugar prospectiva, con piezas que oscilan desde 1870 hasta nuestros días. En segundo lugar, esta Bienal es celebratoria. Pretende convertirse en homenaje a un matrimonio, el de la imagen con la tecnología. Arrancando desde los primeros formatos que circularon entre los aficionados, pasando por la fotografía de autor y el fotoperiodismo hasta llegar a un régimen expandido de la visualidad que incumbe también a las imágenes en movimiento –cine, videoinstalación- y a las generadas por ordenador –infografías-. Cabe citar además, que el número de exposiciones oficial ha incrementado de 4 a 6. Todo apunta bien, ahora pasen y juzguen ustedes mismos.