Es uno de los grandes fotógrafos japoneses contemporáneos. Sus fotografías nos van a sumergir en un mar de fragilidad, de sencillez y nos van a invitar a un viaje a lo esencial de la vida a través de su belleza analógica. Pintor de profesión, pero fotógrafo por vocación, comparte fotografías de pequeño formato deliberadamente envejecidas que intentan evocar recuerdos felices y reflexiones sobre la vida.
Descritos como “haikus visuales”, sus trabajos retratan objetos pequeños fotografiados individualmente que hace que el espectador vea, piense, reflexione e incluso bucee entre su memoria para sugerir cuestiones acerca de la vida del ser humano.
Es habitual en galerías y museos de Estados Unidos, Europa, Japón, Rusia y Brasil. Sus fotografías han aparecido en grandes medios internacionales, como el diario New York Times y las principales revistas de arte.