Inspirada en las ‘justas’, que es como se solventaban las discrepancias entre caballeros en el medievo; así como en los torneos medievales que se llevaban a cabo por motivos festivos como coronaciones, enlaces matrimoniales, victorias guerreras, con el objetivo de entretener, al mismo tiempo que los caballeros se ejercitaban en el manejo de las armas y se mantenían en forma para el día del asedio.
La cinta se enrolla en uno de los carretes, presentando el pequeño aro a los ‘caballistas’, que han de acertar a pasar la pica por ella para así desplegarla en su totalidad, lo que ofrece un espectáculo maravilloso. El ganador recibe el trofeo de manos de una de las ‘manolas’, que son aquellas chicas que ataviadas con mantilla inician el festejo con un paseíllo desde el punto de salida de la cabalgata de los ‘caballistas’ hasta el palco situado justo al frente de la Guirnalda que porta los carretes con las cintas.