Llega el mes de la primavera, la noche lorquiana, el murmullo del agua en los arriates y el canto y el llanto de la guitarra… Descubre la ciudad en el mes de la alegría.
Un colorido abanico de flores de todas las clases engalanan más de una veintena de cruces decoradas por vecinos, cofrades, peñas y asociaciones, aprovechando ventanales, portadas de iglesias, patios típicos y calles pintorescas para colocar y adornar sus cruces en torno al primer fin de semana del mes de mayo.
Además, estos lugares están acompañados de buena música para poder ir de tapas aprovechando el día primaveral típico de esta fecha.