Muy curiosa es la costumbre que se lleva a cabo el día de la Cruz, el 3 de mayo, cuando se colocan los llamados "tíos de ricia", muñecos hechos con ropas viejas, rellenos de papeles, que tienen por cabeza una olla o un puchero de barro, y que en posturas jocosas son colocados a lo largo de algunas calles de Jimena, solos o en grupo, y con carteles en los que se alude en tono de chanza a algún suceso notable que haya ocurrido a lo largo del año. Su raíz costumbrista hay que buscarla en los tradicionales "Judas" sobre los que, a modo de chivo expiatorio, como los "farmakoi" del mundo griego clásico que se hacían para las fiestas en honor de Apolo, se descargaba toda la ira del pueblo, acabando quemados o siendo blanco de palos y garrotazos. En Jimena se cree que esta costumbre data del siglo XVIII, en tiempos de Carlos III, cuando con motivo de una subida de impuestos municipales los jimenatos representaron en estos "tíos de ricia" (ricia significa destrozo, o persona que provoca escándalo) a los recaudadores de contribuciones.