FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO DE ANDALUCÍA.
Festividad en honor a la Virgen de la Cabeza, patrona de Benamaurel. Se remonta a los siglos XVI y XVII y reúnen en la localidad a miles de personas.
Entre los actos principales de estas fiestas están las procesiones, la romería del domingo desde la Iglesia Parroquial hasta la ermita de la Virgen de la Cabeza, los desfiles de Moros y Cristianos, las batallas por la imagen de la Virgen, y la representación teatral (considerada centenaria) de la obra Cautiverio y rescate de nuestra señora la Virgen de la Cabeza, el domingo y lunes, en plena calle y a cargo de actores aficionados del pueblo. Han sido consideradas como «la fiesta de moros y cristianos de mayor contenido literario de cuantas se celebran en España». La obra corresponde a una comedia de Moros y Cristianos clásica tardía, de las que fueron muy populares entre los siglos XVI y XVIII, tradición que entronca con la de los «autos» medievales. Está escrita en el estilo del siglo XVII con influencias de Góngora y Calderón, con una estructura clásica en dos actos y con personajes formando parejas contrapuestas, significando tres niveles: el popular, representados en los criados Cristianos y Moro (respectivamente Minardo y Zelín); el mundo de la nobleza representado por los capitanes Moro y Cristianos; y el mundo divino, donde se da una contraposición entre el bien y el mal encarnados con el Ángel y Luzbel. A este respecto, el vocabulario y la forma de expresión varía de un nivel a otro. Mientras los criados usan un lenguaje llano y en su interpretación abundan las situaciones cómicas, el resto de personajes se expresa en el lenguaje culto del siglo XVII; y a la manera clásica, se realizan alusiones mitológicas, se cita a la Biblia, etc. Trata temas de la época como el del honor y el ideal caballeresco, el problema del libre albedrío o el fatalismo. La obra está escrita en verso, predominando el romance en un lenguaje natural y elegante.
Las fiestas comienzan el viernes con la romería que se celebra desde 1885 en acción de gracias por el fin de una terrible epidemia de cólera que produjo 200 muertos en Benamaurel, en aquel entonces con 2.429 habitantes, y que congrega a multitud de visitantes que acompañan a la Virgen hasta su ermita. Pero los grandes días de fiesta se reservan para el lunes con un espectacular desfile nocturno por todo el recinto ferial y el martes con la procesión de la imagen de la Virgen acompañada por los componentes de las escuadras.