28 de diciembre día de los Inocentes, el alcalde ha entregado el mando de la localidad a los inocentes. Desde hace unas horas, un grupo de personajes ataviadas con traje de rayas, sacerdote y militar y las caras embadurnadas de negro, están recorriendo el pueblo, para detener y meter en el calabozo a todos las personas, lugareños o visitantes que se le venga en gana. Te pueden detener con los motivos más inauditos, por llamarte José o por no llamarte José, por ser mujer, por ser hombre o no serlo, por llevar zapatillas, o por no llevarlas.
El alcalde está a punto de ser detenido, pues la así lo manda la tradición y lo mismo ocurre con el Juez de Paz o el comandante de puesto de la Guardia Civil.
El calabozo está al aire libre en la plaza y para salir en libertad hay que pagar una multa.Con el dinero recaudado sufraga una cena a la que acuden los inocentes pero también gran parte de las personas que han sido detenidas.