Una de las más importantes citas lúdicas en la primavera andaluza, conocida en todo el mundo y declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
La Feria comenzó como un evento comercial en el siglo XIX, y se ha convertido en una festividad llena de color y alegría para los sevillanos y para todos los que visitan la ciudad.
La feria comienza con el encendido del alumbrado, también conocida como noche del pescaito, por ser costumbre cenar pescado frito. La noche finaliza con el lanzamiento de fuegos artificiales.
Cada año se realiza una portada de feria en la entrada principal al recinto, que conmemora algún hecho destacado.
Destaca durante el día el paseo de caballos, y por la noche, el cante, el baile y las copas hasta la madrugada en las más de mil casetas de familiares, peñas, entidades, municipales, muchas privadas y algunas de entrada libre.
Junto al recinto ferial se instala la calle del infierno con cientos de atracciones para toda la familia.
El rebujito es la bebida típica de esta fiesta: vino de manzanilla con hielo y refresco de limón.
El traje típico de esta festividad es el traje de gitana para las mujeres y el traje de corto, este tanto para hombres como para mujeres.