Los cantes improvisados que nacen al cobijo de una guitarra y siempre en compañía de buenos amigos, son los protagonistas de esta velada, convirtiéndose en una seña de identidad de la feria.
Tampoco faltan las charangas, los concursos de enganches y sevillanas y las siempre divertidas carreras de cintas, sin olvidar la espectacular fiesta infantil que permite a cientos de pequeños disfrutar de todo un mundo de diversión.