Durante los días 20 y 23 de enero se celebra la festividad de los patrones de Olula del Río San Sebastián y San Ildefonso. Fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional de Andalucía el 2 de abril de 1.998.
En las vísperas del 20 y 23 de enero los habitantes de Olula se dedican a recoger leña y a tapar sus fachadas ya que el 19 y el 22, a partir de las 10 de la noche, se inicia la gran fiesta del fuego, donde vecinos protegidos y tapados sus cuerpos se dedican, en un recorrido principalmente por el casco antiguo de la localidad, a lanzar miles de carretillas creando un aspecto fantasmagórico de pólvora y fuego. Previamente se han encendido lumbres en puntos estratégicos del recorrido, aunque actualmente cada barrio organiza sus propias hogueras. Una vez finalizada la tirada de carretillas, comienza la fiesta de la comida, ya que en las ascuas de las lumbres se asan morcillas, chorizos, chuletas, patatas y se bebe hasta casi de día.
El 20, día de San Sebastián, se conmemora con una procesión muy peculiar que comienza con la salida de los Santos de La Iglesia Vieja y, cediendo su puesto a San Ildefonso, ambos Santos son procesionados por las calles del pueblo donde se les arrojan roscos y roscones desde los balcones, ventanas y terrazas por donde pasan. Dichos roscos solo se hacen para esta ocasión siendo promesa o tradición el arrojárselos a los Santos. La multitud que acompaña intentan cogerlos en el aire y se los guardan en la cintura, donde han formado una especie de saco alrededor de su cuerpo. Una vez finalizada la procesión se guardan los Santo en la Iglesia de La Asunción, también llamada Iglesia Nueva, donde se celebrara una Santa Misa.