Llamada también Fiesta de los Chiscos está declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía.
Desde hace siglos los habitantes de Torvizcón, en la Sierra de Granada, tienen por costumbre cebar a uno o dos marranos para ser rifados en las fiestas patronales en honor a San Antonio Abad. Los animales siempre se han distinguido por dos cosas: porque llevan en sus cuellos un lazo rojo, y porque van a su aire, recorriendo y contorneándose por todas las calles de la localidad
Los vecinos de Torvizcón son los encargados de criar y alimentar en plan comunitario al tradicional marranillo de San Antón. El animal anda durante varios meses suelto por las calles con un lazo rojo atado al cuello, convirtiéndose en el auténtico "rey del pueblo" al estar obligados todos los vecinos a colaborar en su alimentación. Se trata, lógicamente, de que llegue cebado al día de San Antón, para sortearlo entonces en la plaza como plato fuerte -y nunca mejor dicho- de las fiestas.
Son también características en estas fiestas las quemas de los ‘chiscos’ en honor al santo. Los vecinos realizan fogatas en donde asan trozos de tocino y careta de cerdo, acompañados del excelente ‘vino Costa’ de producción local.