Las fiestas patronales se celebran el segundo fin de semana de septiembre, aunque el día de la exaltación de la cruz es el 14 de este mismo mes.
Iglesia del Santo Cristo de la Salud, en Nívar.
El santo patrón desciende de su altar el jueves de la semana festiva con gran regocijo y devoción entonando el himno que lleva su nombre. El día 14 vuelve a su posición con el mismo ritual.
Desde un punto de vista más pagano, es necesario destacar la degustación de las típicas migas niveras y de la paellada —característica del Levante peninsular— que se prepara para vecinos y visitantes el jueves y viernes de esa semana festiva.
Durante la semana se realizan diversas actividades lúdico-culturales: cine, carreras de cintas y cucañas, juegos tradicionales, concursos de distinto tipo y torneos deportivos, siendo tradicional el partido de fútbol entre solteros y casados.
La verbena se prolonga desde la noche del miércoles al domingo hasta altas horas de la madrugada, cabe destacar el jueves que se celebra la fiesta de disfraces, participando grandes y pequeños y el viernes que termina al amanecer con una invitación por parte del ayuntamiento de churros, higos chumbos y anís amenizado por la banda municipal de música.
De mucha tradición también es el concierto que ofrece la banda municipal el domingo por la mañana después de los actos religiosos, acompañado de una degustación de vino y aperitivos.
Es digno de mención la aportación que todas las familias realizan al presupuesto base de las fiestas a cambio del programa de estas y la vela de la procesión, en el pueblo, en todas las casas, hay en consecuencia un mayordomo.