En honor de San Antonio de Padua, patrón de la localidad.
Estas celebraciones, que se extienden a lo largo de tres días, combinan tradición y festividad en un ambiente participativo. El programa se estructura en dos momentos diferenciados: la feria de la noche, con la coronación de la reina de las fiestas elegida por votación popular y bailes con orquestas en la plaza hasta altas horas; y la feria del mediodía, donde los vecinos disfrutan de la gastronomía local en los chiringuitos instalados en la plaza.
Durante las fiestas se organizan diversos actos, como corridas de toros, concursos populares y otras actividades lúdicas. Históricamente, entre los años 50 y 90, destacaron las representaciones de Moros y Cristianos, en las que los jóvenes del pueblo, ataviados con indumentaria tradicional, escenificaban esta tradición frente a la iglesia tras una procesión por la calle principal hasta la ermita situada a la entrada de la localidad.
Estas fiestas mantienen su esencia como punto de encuentro comunitario, donde se fusionan el patrimonio cultural y la celebración popular. La combinación de eventos contemporáneos y tradiciones recuperadas refleja la identidad colectiva del municipio.