En la noche del 31 pequeños y mayores celebran Halloween, una de las fiestas más divertidas del año, llena de miedo, emoción y sobre todo plagada de diversión. Pequeños y mayores se disfrazan de los monstruos más aterradores para disfrutar de 'La noche de brujas'”, otros de los términos a través del cual se conoce esta festividad, la cual tiene sus orígenes en los pueblos celtas.
Halloween se relaciona con la famosa festividad celta Samhain, que marcaba el final del verano, la recogida de las cosechas y el comienzo del Año nuevo celta. Según la cultura celta, en este día las líneas que separaban el mundo de los vivos con el de los muertos se estrechaban hasta el punto de que ambos mundos podían converger. Sin embargo, esta fiesta sufrió una transformación cuando fue asumida por el calendario cristiano, quienes intentaron suplantar el día Samhain con la festividad de todos los santos, anteriormente celebrada el 13 de mayo.
El gran auge de esta festividad llegaría con su desembarco en el continente americano, consecuencia de las múltiples migraciones de irlandeses. Es entonces cuando Halloween se consolidó tal como lo conocemos hoy en día. Desde entonces, las influencias de esta festividad no han dejado de expandirse llegando a numerosos países como España e Italia.
Durante esa noche, en España, donde su celebración es más reciente, la gente sale disfrazada con sus galas más terroríficas. Discotecas, parques de atracciones, cine ofrecen una programación y un ambiente propicio para asegurar una noche de miedo. Los más pequeños realizan el tradicional puerta a puerta para pedir chucherías y chocolate.