Ancestral fiesta de origen pagano en torno al fuego (hogueras). El día 30 de diciembre, los jóvenes del pueblo van al Monte del Pueblo para preparar la leña, que la depositan en una explanada para cargarla en un carro, con destino a la hoguera. La comida típica de este día es bacalao, arenques, tocino, pan y vino.
El día 31 por la mañana se carga la leña en un carro, portando un pino adornado con naranjas, caramelos, cintas, etc. Por la tarde en procesión con la imagen del Niño Jesús, hasta la plaza principal del pueblo, donde se descarga la leña.
Seguidamente se lleva la imagen del Niño Jesús a la casa del “Mayordomo”, donde existe una habitación un altar donde es instalada la imagen, donde será adorada por los vecinos y visitantes. A media noche, es encendido el “chisco” o hoguera, en torno al cual se beberá, bailará y cantará toda la noche. El día 1 de enero, se devolverá la imagen del Niño a la Iglesia