Predicaron en el Mayo prieguense los mejores oradores sagrados que en cada época existían, generalmente canónigos de las Catedrales de Córdoba, Granada o Sevilla. Veces hubo en que un sermón llegó a durar más de dos horas.
Esta tradición en la escucha de excelentes oradores ha dejado entre los devotos de estas fiestas un gusto por los sermones extensos y emotivos.
La existencia de la Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora del Buen Suceso data del siglo XVII. La autoría del retablo es atribuida a Juan de Dios Santaella. La imagen que lo preside es de la escuela granadina de la segunda mitad del siglo XVII.
Coincidió el primer paso procesional con una etapa de sequía, por lo que se decidió que la Virgen dirigiera sus pasos por el Balcón del Adarve.