La fiesta fue declarada FIESTA DE INTERÉS TURÍSTICO DE ANDALUCÍA en 2010.
Se llaman piostros al conjunto de jinete o amazona y su correspondiente cabalgadura engalanada con mantas típicas bordadas en terciopelo negro que cada año, los días 7 y 8 de septiembre, se dirigen a la ermita de la Virgen de Piedrasantas, al borde del arroyo Santa María, encabezados por sus mayordomos.
La fiesta se remonta al siglo XVI, aunque sus orígenes exactos se desconocen. Desde entonces, prácticamente todo lo relacionado con ella se mantiene inalterable, salvo excepciones como la que refiere a la elección de los mayordomos, que desde el año 1983 son nombrados de entre cualquier vecino del pueblo, o lo que relativo a la comitiva. En este sentido, en 1964 se acordó que los piostros estuvieran acompañados por la imagen de la patrona en su recorrido del día 7 hasta la ermita.
La fiesta de los piostros pues supone la mayor concentración equina anual de la provincia de Córdoba. Y algunos de los ritos desarrollados en ella, como la carrera subiendo la llamada Cuesta del Molar tiene claras reminiscencias de antiguas carreras de caballos medievales y renacentistas. Incluso algunos aspectos que se mantienen en el desarrollo de la fiesta nos evocan unas relaciones sociales ya desaparecidas, cuyos orígenes se remontan a la Edad Media y que estuvieron vigentes durante toda la Edad Moderna, el período de vigencia de la comunidad de las Siete Villas de Los Pedroches. El más destacado es la costumbre de organizar los desplazamientos en grupos de tres personas con sus correspondientes caballerías: hombre, mujer y sirviente nos trasladan a los antiguos grupos formados por caballero, dama y escudero. Y el propio ceremonial de la fiesta, que otorga a los mayordomos un papel preferente, resulta igualmente evocador de las relaciones políticas y sociales documentadas en los concejos rurales desde la Edad Media