Es una de las fiestas más antiguas y populares de Villanueva del Duque. El municipio cuenta desde tiempos remotos con esta hermandad que rinde honor a la santa italiana. No se sabe exactamente el año de fundación de esta, aunque sí conocemos que ya en 1841 existía un listado con los devotos de esta advocación. En 1922 se decide hacer unos estatutos, en los que quedan fijados los cargos y las normas de funcionamiento de la hermandad. Es una hermandad exclusivamente de varones y que a día de hoy cuenta con más de 400 hermanos.
Los actos en sí comienzan tres días antes de la festividad de la Santa, con un triduo en su honor, que tiene lugar en la iglesia parroquial. Durante los días que dura éste triduo, la gente se acerca a poner “ojos de plata”, a modo de ofrenda, en la banda roja que lleva puesta Santa Lucía.
El 13 de diciembre a media mañana tiene lugar la función religiosa. Media hora antes del toque de las campanas, nuevamente el Hermano Alabardero, con su insignia y tambores, empieza a recoger al resto de hermanos. Los cuatro hermanos, con sus respectivas insignias, irán a los domicilios de las autoridades locales, en el siguiente orden: Jefe de Puesto de la Guardia Civil, Juez de Paz, Alcaldesa y por último al Párroco para dar comienzo la procesión y la misa en honor a la santa. Terminada la misa, todos ellos se dirigirán a cada uno de los domicilios de los hermanos para comenzar los cuatro convites. En el interior de las casas de cada uno de los hermanos estará preparada la “mesa de gala”, que será servida únicamente para ellos y las autoridades, donde se ofrece un menú previamente acordado entre los hermanos y la directiva de la hermandad, donde no puede faltar: el vino, los altramuces y los tostaos.