El segundo fin de semana de mayo, Moguer celebra su fiesta más pintoresca y arraigada: la Romería en honor a su patrona, la Virgen de Montemayor. Declarada Fiesta de Interés Turístico de Andalucía, esta celebración traslada el corazón de la localidad al paraje de Montemayor, donde la ermita de la Virgen se convierte en epicentro de una convivencia única entre devoción, tradición y alegría.
Una Romería con Encanto Único
Lo que distingue a esta romería es su ambiente campestre y auténtico. Los romeros, conocidos como "montemayoros", pasan cuatro días viviendo en chozos construidos artesanalmente con eucalipto, recreando así el modo de vida tradicional del campo andaluz. Estas viviendas efímeras, agrupadas en calles improvisadas, forman un poblado romero lleno de color y bullicio, donde se mezclan rezos, cantes y el ir y venir de caballistas y carretas engalanadas.
Devoción y Fiesta en Equilibrio
La jornada principal comienza con la salida procesional de la Virgen, acompañada por el fervor de los moguereños y el sonido de las sevillanas. Tras la misa romera, el día se llena de actividades lúdicas y religiosas: desde concursos de carrozas y exhibiciones ecuestres hasta verbenas al aire libre donde no faltan los platos típicos como el guiso de patatas con chocos o los dulces de las monjas clarisas. Por la noche, el recinto se ilumina con candelas y hogueras, creando un ambiente mágico bajo las estrellas.
Una Tradición que Perdura
Con siglos de historia, esta romería ha sabido conservar su esencia mientras atrae a visitantes de toda la provincia. No es solo una fiesta, sino un encuentro generacional donde los mayores enseñan a los más jóvenes el valor de las costumbres, el respeto por la naturaleza y el amor por su patrona.
"En Montemayor, hasta las piedras saben rezar… y bailar sevillanas" – Así definen los moguereños esta experiencia que cada año devuelve a Moguer a sus raíces.