Como cada año vuelve, un nuevo Jueves de Pasión y con él, uno de los momentos más esperados e íntimos de nuestra Cuaresma, el Solemne Traslado a su paso procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Salteras.
Una noche mágica en la que Salteras, en una Parroquia abarrotada donde reina el recogimiento y, donde el silencio sólo se rompe por los sones fúnebres de El Carmen, se une en una oración íntima con Dios, abre su alma, ruega Misericordia y pide perdón.