Es difícil imaginar que una casa en el casco antiguo de El Puerto de Santa María no tenga patio. Los hay mínimos, nobles, interiores, diáfanos, de luces o techados. Y, por supuesto los de vecinos y residentes. Todos ellos sin excepción son patios portuenses que guardan en sus entrañas historia, la tradición, la cultura y los buenos recuerdos de infancias felices.
La tipología de los patios portuenses es muy variada. Así podemos encontrar patios de planta cuadrada, con arquería de doble planta, con cerramientos o balaustradas, pero el tipo o arquitectura, con ser importantes, no lo dicen todo acerca de la idiosincrasia de los mismos. Desde nuestro punto de vista, la forma de vida y las relaciones interpersonales que en los patios portuenses se han desarrollado, lo que da un sentido dinámico a un espacio semipúblico y semiprivado.
Son los patios portuenses, patios que, siguendo la tendencia andaluza se materializan como patios centrales y suntuosos en las casas palacios tan numerosas en El Puerto de Santa María. En otras ocasiones, nos asomamos patios descentralizados que desafían los cánones de simetría y que se ubican por lo general en edificios de infraestructura más modesta. Ahí. En cualquier caso, la belleza y las peculiaridades de los patios de El Puerto son innegables.
El Puerto de Santa María cuenta (aunque no catalogados) aproximadamente unos seiscientos patios, censado por la anterior directiva de: "La Asociación Cultural Amigos de Los Patios Portuenses". Patios monumentales de Casas-Palacios de Cargadores a Indias, patios claustro o de conventos, patios de bodegas o bodegueros, y los patios populares o de vecindad, lo que nos obliga a hacer unas series de distinguos.