El holandés errante de Richard Wagner, una de las obras maestras más representativas de la época romántica, llega al Teatro Real. La Fura dels Baus firma esta producción en la que la lucha entre el bien y el mal, la luz y las tinieblas, no son sino un reflejo de la tormenta interior de un espíritu al que se ha arrebatado la libertad.
El holandés es un ser maldito, condenado a vagar eternamente y cuyo único deseo es escapar del infierno marino y regresar al mundo terrenal. La historia encuentra un deslumbrante reflejo en una partitura que contiene ya todos los ingredientes del Wagner artísticamente maduro.