El tema de la homosexualidad se trata abiertamente en El Público. La obra pretende ser un grito de desafío contra la hipocresía burguesa y es un alegato a favor de la libertad amorosa y artística. Dos formas de entender el arte se enfrentan en la obra, el Teatro al Aire Libre, comercial y deseoso de agradar al público, y el Teatro Bajo la Arena, que pretende revelar lo oculto y poner en cuestión los valores establecidos.