Virtud, Fortuna y Amor se disputan la primacía entre los seres humanos en el Prólogo que da entrada a la ópera más erótica del siglo XVII, L’incoronazione di Poppea, compuesta por Claudio Monteverdi a los setenta y cinco años de edad y estrenada en el Teatro dei Santi Giovanni e Paolo de Venecia en 1642.
De dicho enfretamiento dialéctico entre Virtud y Fortuna emanan pasiones arrebatadas que encarnan personajes como Nerone (el deseo desmedido), Poppea (la ambición de poder) u Ottavia (el deseo de venganza) y a las que se opone la moral estoica del filósofo Seneca y el sincero amor de Ottone.