Sin desviarse de su núcleo central, las músicas históricas, el Festival de Música Antigua de Sevilla se ha marcado entre sus objetivos estrechar lazos con la sociedad sevillana y con otras expresiones musicales y artísticas. Por ello la edición de 2016 tiende la mano a otros estilos musicales y a la danza, el teatro o la pintura. El Festival se asocia a la Pasión, convirtiéndose este año en su lema y centro de gravedad de las tradiciones de la primavera sevillana. Podremos asistir y escuchar a pasiones no sólo divinas, sino también humanas, de todo tiempo y clase, desde la desnuda sencillez de Obrecht al barroco Scarlatti, pasando por el gran sevillano Francisco Guerrero y concluyendo, a modo de final feliz, con el espléndido oratorio dedicado por Händel a La Resurrezione.