Cuando los flamencos comienzan a teñir de rosa este paisaje salino y sus plumajes carmesíes engalanan el muro azul que nos cobija, Lebrija – este pueblo al Sur que reparte sus querencias y desvelos entre marismas y campiña – se dispone a celebrar una de las citas más importantes de su calendario: La Caracolá Lebrijana.
Y sin hacer mudanza en la costumbre fenicóptera, este festival alza también el vuelo hacia el futuro, impulsado siempre por los vientos del pasado. La Caracolá celebra sus cincuenta y tres años de intensa historia. En sus tablas ha concurrido lo más excelso del flamenco de ayer y de hoy, enormes artistas del cante, el toque y el baile cuya presencia en el festival lebrijano ha venido dando fe de su trascendencia en el contexto flamenco- cultural andaluz.
En un apoyo permanente, convencido y entusiasta a nuestro flamenco, el Ayuntamiento de Lebrija ha querido reconocer las impagables aportaciones de artistas e instituciones que han alentado siempre la supervivencia, la evolución, el vuelo imparable de un festival que no saber existir sin batir sus alas. Por eso, esta edición rendirá homenaje a una Mujer que es una fotografía viva del Baile según Lebrija: Concha Vargas. Su profusa trayectoria artística y sus constantes apariciones en la Caracolá Lebrijana a lo largo de más de medio siglo, la harán digna merecedora del Caracol de Oro, la más alta distinción concedida por nuestro festival.
Lebrija tiene ante sí un amplísimo, rico y atractivo programa que reunirá en distintos espacios patrimoniales de nuestra ciudad a verdaderas referencias del arte flamenco; una nutrida bandada de artistas del cante, de la guitarra y del baile recalará en nuestro festival para hacer disfrutar al público de lo mucho y bueno que tienen que ofrecer y para reafirmar el peso específico de la Caracolá en el marco de los festivales flamencos de Andalucía.
Con la ilusión y la certidumbre de que así será, deseo que los escenarios de la 53 Caracolá Lebrijana estén colmados de afición flamenca, la verdadera garantía para la pervivencia de un festival llamado a vivir cincuenta años más. Y los que vengan. Tengan todos Ustedes una Feliz Caracolá.