Un nuevo disco de Airbag siempre es un acontecimiento. Pocos grupos en España tienen el poder de convocatoria de los malagueños. El lanzamiento de “Siempre Tropical”, editado en la Sala X, volvió a congregar a la parroquia guitarrera.
En su octavo álbum de estudio vuelven a brillar como cronistas de lo cotidiano, deparando sorpresas agradables y un ansiado reencuentro con lo que mejor se les da a Adolfo, Pepe y José Andrés: contar historias en menos de tres minutos.
“Cementerio Indie”, el trabajo inmediatamente anterior en su discografía, se ubica en coordenadas sonoras próximas a este “Siempre Tropical”. A su vez, “Cementerio Indie” parece una consecuencia lógica de “Gotham te necesita”. No es que estemos ante un flagrante caso de inmovilismo musical, al contrario: Airbag ha logrado dar un paso al frente con cada nuevo lanzamiento, construyendo una carrera de largo recorrido, coherente y fundamentada en las buenas canciones. En definitiva, siempre encuentran la manera de salir airosos del difícil reto de ofrecer algo con suficiente entidad como para ser recordado y diferenciado en una colección de álbumes con tanta profundidad.
El pop sobrevive porque todo esto que ocurre hoy siempre es genuinamente nuevo para alguien. Es uno de los principales motivos por los que la música de Airbag es para oyentes de 0 a 99 años. Esa universalidad, esa capacidad para conectar con un público intergeneracional y proveniente de orígenes muy diversos es digna de elogio. Sus conciertos, por tanto, son libertad pura, maniobras imprevisibles e intensidad de alto voltaje.