Arturo Díez Boscovich dirige en el foso del Teatro Cervantes la zarzuela de costumbres populares de José Serrano y la pieza cómica de Manuel Nieto y Gerónimo Giménez.
Teatro Lírico Andaluz regresa a las tablas del Teatro Cervantes en el segundo programa del XI Ciclo Malagueño de Zarzuela con dos piezas maestras del género chico. La compañía dirigida por Pablo Prados, con el maestro Arturo Díez Boscovich en el foso como de costumbre, interpreta el Alma de Dios, zarzuela de costumbres populares de José Serrano, y El barbero de Sevilla, pieza cómica de Manuel Nieto y Gerónimo Giménez. Prados firma la dirección artística y escénica del montaje, Aida Sánchez las coreografías y el Coro y Orquesta de Teatro Lírico Andaluz seguirán las instrucciones de la batuta de Díez Boscovich. Un elenco de voces en su mayor parte malagueñas intervienen en el programa doble. Carmela Orenes, Nerea Vega, Nuria Pérez, Juana Escribano, Adelaida Martín, Lourdes Martín, Paulo Molleda, Luis Pacetti, Pablo Prados, Carlos Vallejo, Patricio Sánchez, Miguel Guardiola, Raúl Téllez y Guillermo Díaz dan vida a los roles de la obra de Serrano, un sainete melodramático con libreto firmado por Carlos Arniches y Enrique García Álvarez, mientras que en la zarzuela chica de Nieto y Giménez intervienen Guadalupe Durán, Lourdes Martín, Juana Escribano, Carlos London, Prados, Pacetti, Guillermo Díaz, Dani Romero y Guardiola. El éxito de la comedia lírica Alma de dios, del que la prensa se hizo eco unánimemente, hizo que se mantuviera en el Teatro Cómico tres temporadas seguidas. Destacan en ella su visión descarnada de las clases bajas madrileñas y una trama entre costumbrista y detectivesca caracterizada por su “interés, emoción y gracia”, según las palabras de Enrique Chicote, que la estrenó en 1907. El barbero de Sevilla es una joya del género chico estrenada en 1901. Su célebre polonesa ‘Me llaman la primorosa’ es pieza de repertorio de cualquier soprano lírico-ligera (en Málaga la cantará Guadalupe Durán, que encarna a ‘Elena’), y su inspirado libreto, un juguete cómico sin desperdicio que transcurre entre Madrid y Burgos. Además, El barbero de Sevilla utiliza en su preludio dos citas de la ópera homónima de Rossini.