FESTIVAL DE GRANADA.
Un regalo de reyes
Bach visitó en la primavera de 1747 al rey Federico II de Prusia en su residencia de Sansoucci, en Potsdam. Conocedor de la habilidad del compositor en el arte de la improvisación, el rey le ofreció un tema de su propia factura para que improvisara. Al parecer, las pretensiones del rey eran que Bach sacara de él una fuga a seis voces, pero el músico le hizo saber la práctica imposibilidad de tal empeño e improvisó una fuga a tres. Vuelto a Leipzig, Bach escribió un ciclo de variaciones sobre ese tema (el «tema regio»), que incluía la anhelada fuga a 6, y se la envió a Federico bajo el título de Ofrenda musical. La obra se ajustaba a la obsesión bachiana por explotar contrapuntísticamente al máximo cualquier motivo que se prestara mínimamente a ello. Esta obra no fue sólo un regalo al rey prusiano, sino a toda la Humanidad, un auténtico regalo de reyes. Y ahora los barrocos de Ámsterdam en formación solística, con Koopman en el clave, la ofrendarán en el altar del Festival.