40 FESTIVAL DE MÚSICA ANTIGUA DE SEVILLA (FeMÀS)
Pulchra es
A principios del siglo XVII la música italiana estaba sufriendo un proceso de transformación crucial que terminaría por cambiar el paradigma musical de toda la tradición occidental. Agotada después de casi un siglo y medio de absoluto dominio, la polifonía imitativa estaba en franca retirada y en su lugar ganaba espacio la monodia acompañada. La voz superior se había hecho fuerte y pasaba a ser dominante, con otra voz de bajo que le servía de soporte y una especie de reducción de las voces intermedias en lo que habría de ser el bajo continuo. Este proceso facilitaría la aparición de la moderna armonía tonal y también el desarrollo de una música instrumental que si bien partía de los modelos vocales anteriores poco a poco iría ganando su independencia.
Ese doble proceso es el que se repasa en este concierto, en el que también se documenta una lucha sorda por el predominio tímbrico en los conjuntos instrumentales: las cornetas estaban en pleno auge, pero los violines venían empujando con una fuerza tal que acabarían convirtiendo el XVII en su siglo. Entre esos primeros géneros instrumentales, las tocatas no eran otra cosa que madrigales tocados con instrumentos, los ricercares, motetes y las canzonas, canciones francesas. En muchos casos se mantenía incluso el carácter polifónico de partida: así en la canzona de Benedetto Re, por ejemplo, o incluso en las sonatas de Scarani y Castello. Este último fue un músico que trabajó con Monteverdi en San Marcos y en el que el estilo moderno se iría acentuando para destacar la voz principal (el mismo uso del término sonata apuntaba a la novedad frente a la tradición).
De cualquier forma, en aquel momento los auténticos compositores eran los maestros de música vocal. Los que escribían música instrumental no dejaban de ser instrumentistas, acostumbrados a la improvisación, y por eso durante mucho tiempo iban a seguirse usando las arias típicas del siglo anterior (romanescas, chaconas, pasacalles…) para tocar sobre ellas melodías más o menos improvisadas (como en la obra de Falconieri del concierto de hoy). En muchos otros casos, los compositores-instrumentistas mostraban su virtuosismo glosando, ornamentando piezas vocales conocidas, en las que dominaban los procedimientos de disminución (Rognoni sobre un madrigal espiritual a 5 voces de Palestrina, por ejemplo). La pieza instrumental más tardía del concierto es la sonata de Domenico Gabrielli, un maestro boloñés a quien se suele adjudicar la primera colección de música pensada para que el violonchelo ejerciera como solista.
Paralelamente a este vertiginoso desarrollo de la música instrumental, la monodia acompañada se extendía no sólo en el terreno profano del madrigal, sino también en el sacro. Al menos desde que Lodovico da Viadana publicase en 1602 sus Concerti ecclesiatici, la música moderna estaba concibiéndose también para que sonara en los templos. Muchos de estos pequeños conciertos sacros estaban pensados para una sola voz con el bajo continuo, aunque podían incluir también algún otro instrumento acompañante. De las piezas vocales que podrán escucharse hoy la más inusual es la de Horatio Tarditi, un compositor romano que trabajó como organista y maestro de capilla en muchas ciudades diferentes y dejó infinidad de colecciones tanto de música sacra como profana, alguna también para varias voces. En este caso, puso música al primer versículo del Salmo 70, usado como introducción de las colecciones musicales de Vísperas.
Alessandro Grandi, que recurre en Vulnerasti cor meum al Cantar de los Cantares (libro epitalámico de la Biblia que Palestrina había usado para una de las colecciones de madrigales espirituales más difundidas de todo el siglo XVI, de ahí sale este Pulchra es), fue uno de los principales impulsores del nuevo estilo concertante para los géneros sacros, con voces acompañadas no sólo por el bajo continuo sino por instrumentos. Maurizio Cazatti fue un compositor esencial en los cambios que la música litúrgica conoció en la segunda mitad del siglo, pues revolucionó la tradición de San Petronio de Bolonia cuando fue nombrado maestro de capilla de la institución en 1657 convirtiendo la capilla en un conjunto dividido casi equitativamente entre cantantes solistas, un coro reducido y una pequeña orquesta de cuerda. Para una voz solista está pensada la antífona que se oirá hoy, con partes instrumentales que dialogan con ella. En un estilo concertante está escrito también el motete O dilectissime Jesu de Giovanni Legrenzi, un maestro que tendría enorme influencia en el desarrollo tanto de la ópera como de la música instrumental en la Venecia de finales del XVII.
En cambio, las piezas de Francesco Cavalli y de su maestro y mentor Claudio Monteverdi están concebidas para voz sola, lo que en la época venía a significar con el acompañamiento del bajo continuo: O quam suavis es un motete para la fiesta del Corpus y el Laudate Dominum, un salmo de Vísperas, uno de los cuatro que Monteverdi editó con el mismo texto en su Selva morale e spirituale (de los otros tres uno es una pieza coral y los otros dos son concertados para cinco y ocho voces). En ambos caos, los ostinati del bajo (una chacona en el caso de Monteverdi) apuntan a una larga tradición que arrancaba del siglo anterior, pero que ahora se desarrollaba con nuevas expectativas que estaban transformando radicalmente el estilo musical en toda Europa.
Les Cornets Noirs
En los últimos años, el ensemble Les Cornets Noirs, especializado en el repertorio del barroco temprano italiano y alemán, se ha situado como uno de los grupos especializados más relevantes del contexto internacional. Fundado en 1997 por Frithjof Smith y Gebhard David, su principal foco de atención reside en el repertorio para cornetto (It. cornetto, Fr. cornet), tanto a solo como en ensemble, que experimentó su apogeo entre mediados del siglo XVI y finales del XVII al norte y sur de los Alpes.
Les Cornets Noirs ha sido galardonado en el concurso de música Antigua del Festival van Vlaanderen Brugge 2000. Desde entonces, el ensemble ha sido programado en festivales de Suiza, Austria, Alemania, Países Bajos, Luxemburgo, Francia, Italia, Portugal, la República Checa y Lituania, tanto con sus propias propuestas artísticas en colaboración con solistas de prestigio (Nuria Rial, Miriam Feuersinger, Wolf Matthias Friedrich) como con grupos vocales para la interpretación de grandes obras del Barroco temprano de autores como Giovanni Gabrieli, Heinrich Schütz, Claudio Monteverdi, Georg Muffat, Heinrich Ignaz Franz Biber y contemporáneos.
La discografía de Les Cornets Noirs incluye O dilectissime Jesu (Motetes y sonatas de Giovanni Legrenzi, Monika Mauch & Les Cornets Noirs, Edition Alte Musik ORF 2004), Echo & Risposta (Virtuosic instrumental music from the galleries of the Abbey Church of Muri, Audite 2009), Treasures from Uppsala (Repertorio procedente de la Colección Düben, Wolf Matthias Friedrich & Les Cornets Noirs, Raumklang 2012) Polychoral Splendour (Heinrich Schütz y Giovanni Gabrieli, Cappella Murensis & Les Cornets Noirs, Audite 2012; International Classical Music Award 2013), Paradisi gloria (Música sacra del Emperador Leopoldo I, Cappella Murensis & Les Cornets Noirs, Audite 2016) y Missa in labore requies de Georg Muffat (Cappella Murensis & Les Cornets Noirs, Audite 2016).
Nuria Rial, soprano
Frecuentemente reseñada por su pureza y luminosidad vocal, la naturalidad y emotividad de su canto, y la elegancia de su fraseo, Nuria Rial es una de las voces paradigmáticas del repertorio barroco y clásico de los últimos años. Con una actividad que tiene su epicentro en el ámbito concertístico y discográfico (ha publicado más de treinta álbumes y desde 2009 es artista exclusiva de Sony Classical), los amplios intereses artísticos de Nuria incluyen también la música del Romanticismo y los siglos XX y XXI, la fusión con estilos como el jazz o el flamenco, el diálogo con otras disciplinas, o expresiones musicales como el lied y la ópera, habiendo actuado de la mano de directores como René Jacobs o Iván Fischer y directores de escena como Peter Sellars, en teatros como la Monnaie, Staatsoper unter den Linden, Théâtre des Champs Elysées, Grand Théâtre de Genève, Teatro Carlo Felice de Genova o Teatro Real de Madrid, interpretando roles de tan amplio espectro como la Euridice de Monteverdi, Pamina de Mozart, o Nuria en Ainadamar de Osvaldo Golijov.
Formada en Basilea con Kurt Widmer, actúa frecuentemente en las principales salas de concierto y festivales europeos, como el Salzburger Festspiele, el Lucerne Festival, Bachfest Leipzig, Berliner Philharmonie, Berliner Konzerthaus, Theater an der Wien o Wiener Musikverein, y con directores como Antonini, Bonizzoni, Capuano, Cummings, Currentzis, Equilbey, Fischer, Goodwin, Hengelbrock, Jacobs, Leonhardt, Marriner, Minkowski o Pinnock, y es solicitada con regularidad por grupos historicistas como Accademia del Piacere, Akademie für Alte Musik Berlin, Bach Stiftung St. Gallen, Balthassar Neumann Ensemble, Café Zimmermann, Camerata Köln, Concerto Köln, Il Giardino Armonico, Il Pomo d'Oro, Les Musiciens du Louvre, Orchestra of the Eighteenth Century o The English Concert, así como por orquestas como la Bayerische Rundfunk, Budapest Festival Orchestra, Insula Orchestra, Kammerorchester Basel, Orchestre Philharmonique de Luxembourg, Orchestre National de France, Orquesta Nacional de España o Sinfonieorchester Basel, entre otras.
Su vasta discografía, que incluye también álbumes con sellos como Harmonia Mundi France o Erato y conciertos para los canales Mezzo y Arte, ha sido premiada con galardones como el Orphée d’Or, por su trabajo sobre las arias alemanas de Händel con Michael Oman y la Austrian Baroque Company, así como con diversos premios en los Echo Classical Music Awards y Opus Klassik Awards en diferentes categorías, como la de “joven artista femenina del año” en 2009 por su disco de Haydn con la Orfeo Barockorchester y Michi Gaigg, o el premio al mejor disco de ópera por su CD sobre Telemann junto a la Kammerorchester Basel. En 2020 recibió el premio Opus Klassik a la “Mejor Solista en Álbum Vocal” en la categoría de ópera por su disco Muera Cupido junto a Fahmi Alqhai y Accademia del Piacere.
Pulchra es
Orazio Tarditi (1602-1677)
Domine ad adiuvandum me festina [Musiche varie da chiesa, Venezia 1650]
Giuseppe Scarani (fl.1628-1642)
Sonata 16 à 2 soprani [Sonate concertate a due voci, Venezia 1630]
Alessandro Grandi (c. 1586-1630)
Vulnerasti cor meum [Motteti a una, due voci, con sinfonie d’istromenti, Venezia 1621]
Domenico Gabrielli (1651-1690)
Sonata a violoncello solo con el basso continuo en sol mayor [Tre sonate per violoncello e tiorba o cembalo, Ms. 1687]
Andrea Falconieri (1585-1656)
Passacaglie à 3 [Il primo libro di canzone, Napoli 1650]
Bernardo Storace (fl. mediados siglo XVII)
Toccata e canzon [Selva di varie compositioni d’intavolatura per cimbalo ed organo, Venezia 1664]
Giovanni Pierluigi da Palestrina (c.1525-1594)
Pulchra es amica mea [Canticum Canticorum Salomonis, Roma 1584], con disminuciones de
Francesco Rognoni (?-d.1626) [Selva dei vari passagi, Milano 1620]
Giovanni Girolamo Kapsberger (1580-1651)
Canzona Prima [Libro quarto d’intavolatura di chitarrone, Roma 1640]
Dario Castello (1602-1631)
Sonata Duodecima à 3 [Sonate concertante in stile moderno, libro secondo, Venezia 1629]
Francesco Cavalli (1602-1676)
O quam suavis [Motetti a voce sola de diversi Eccelentissimi Autori, Libro Primo, Venezia 1645]
Maurizio Cazzati (1616-1678)
Alma redemptoris mater [Le quattro antifone annuali della B.V. Maria, Bologna 1667]
Claudio Monteverdi (1567-1643)
Laudate Dominum in sanctis eius [Selva morale e spirituale, Venezia 1641]
Benedetto Re (fl.c.1608)
Canzone à 4. Accomodata da suonare a duoi chori [Caterina Assandra: Motteti a due & tre, Milano 1609]
Giovanni Legrenzi (1626-1690)
O dilectissime Jesu [Motteti sacri, a voce sola con tre strumenti, Venezia 1693]