FLAMENCO PATRIMONIO.
Rocío Bazán y Rocío Segura.
Dos voces de mujer unen sendos territorios flamencos en este recital. De un lado, Rocío Bazán, de Estepona, que desde muy pequeña sintió la necesidad de expresar sus sentimientos a través del cante. A medida que cumplía años, la voz de Rocío iba madurando al compás del tiempo, recibiendo premios como el de Jóvenes Flamencos del Festival Internacional del Cante de las Minas y el Giraldillo Jóvenes Intérpretes de la XII Bienal de Flamenco de Sevilla, concedido por ser una cantaora de extensos registros.
De otro lado, Rocío Segura, almeriense, también aficio–nada al cante —fundamentalmente a los fandangos y las saetas— desde muy corta edad. Pero también siendo niña se inició en el estudio de otros cantes, así como de los cantaores antiguos. Ganadora en 2000 de la Lámpara Minera del Festival Internacional del Cante de Las Minas, destaca por su dominio del compás y su buen gusto en la selección de los cantes.