Polvo De Battiato es su segundo lanzamiento en un año,10 nuevos temas inéditos que nos descubren a un Stanich aún más indómito, explorando veredas inusuales por un territorio quizás más intimista y/o, a su manera, confesional; entre explosivas road movies, peripecias surrealistas o intrigantes flashbacks a los años 80 (en los que Stanich apenas habı́a nacido), como en su 1er single, Rey Idiota, burlesca reflexión sobre la banalidad del éxito. Un Stanich 3.0, con la inventiva y retranca aún más desatadas.
El álbum se abre ya con un rotundo hit («La Historia Es Fácil»). Un himno irrebatible con glorioso riff a lo George Harrison para una aguda e ingeniosa abstracción del desencanto, que huele a auto biopsia generacional. Y el disco va creciendo en intensidad emocional y sonora… De seductoras guindas pop de autodefensa con móvil futbolero («Nazario»), a transgresores adulterios cuasi-electrónicos como «El Cariño»: preciosa oda a la pérdida amorosa que podría hacer grande a una voz femenina.
Dirigido y producido por el propio Stanich con ayuda de la Stanich Band, Polvo De Battiato se permite incluso un insólito reto, «El Arriero, Pt. 2»: insospechado híbrido en el que conviven el Serrat mediterráneo, la serranı́a andina de Atahualpa Yupanqui y el tronío de Triana. Y funciona. Y, como broche, se despide con otra de esas porcelanas de pop melancólico que te desarma con su análisis de las relaciones personales: «Contigo Siempre». La guinda. Una maravilla. Polvo De Battiato alberga, más que nunca, mil trampas, acertijos y respuestas abiertas. Visiones aparentemente delirantes pero —como los más grandes—, capaces de proyectar imágenes, apuñalar corazones y ¿remover conciencias?… ¿Obra maestra del genio huidizo? Pasen y juzguen.