XX BIENAL DE FLAMENCO.
Guitarras de Jerez.
El flamenco es un proceso de alquimia en el que cualquier elemento puede transformarse en algo precioso y en el que los horizontes artísticos se mueven eternamente entre la tradición y la innovación. El espíritu de Jerez es una amalgama de cuerdas, voz y movimiento, un sorbo de la copa del elixir flamenco.
Como una gigantesca parra que brotaba de las profundidades de una fértil y fecunda tierra, el duende se extendió a lo largo de la historia, agarrándose a sus enclaves y dotando cada rincón de solera. De esta viña provienen racimos genealógicos en cuya fruta encontramos el sabor añejo y aroma arcaico, inconfundibles del arte con denominación de origen. Aquí todavía no se practica la modificación genética. Aquí el flamenco aún se cultiva con métodos orgánicos.
Esta noche cataremos lo mejor de la cosecha, al son de los compadres Diego del Morao y Antonio Rey. Bebamos del mismo cáliz de la esencia vital. La esencia rancia y a la vez dulce, de las guitarras de Jerez.