La armónica virtuosa de Antonio Serrano, el toque maestro de Antonio Sánchez, segundo guitarra del grupo de Paco de Lucía, y el singular contrabajo de Javier Colina ofrece una mezcla entre jazz y flamenco que recuerda a otros genios españoles con la fuerza de lo tradicional y un aroma de modernidad absoluta, en un espectacular enclave.