En 1915 se estrenó en Madrid El Amor Brujo, la obra donde mejor se entrecruzan la música clásica y el flamenco. A raíz del centenario de su estreno, en 2015 surgió el Ciclo de conciertos Manuel de Falla, en el que se unen estas dos disciplinas, alternando recitales de música de cámara y flamenco. Además de representarse en diversas salas de Madrid, se traslada también a otras ciudades que fueron relevantes en la vida y obra de Manuel de Falla, y Sevilla es una de ellas.