Con la CAMERATA VOCAL E INSTRUMENTAL DEL GRAN TEATRO FALLA.
Sobresalen las armonías de la primera parte, consiguiendo el Adagio de Bruckner, el Salve Regina de Schubert y el Cantique de J. Racine, un entorno tranquilo y relajado. Como contraste el Dixit Dominus de Handel aportan virtuosismo e intensidad en esta obra sublime del más elaborado contrapunto del maestro alemán.