Vincenzo Bellini
En el contexto de una guerra continua, ante los escombros de una sociedad derrotada y conquistada, mostrando el conflicto entre vencedores y vencidos, se manifiestan los delirios amorosos y los celos de Norma, seguramente la heroína más grande surgida de la pluma de Bellini. Norma es una ópera mítica, pues además de conectar una de las arias más conmovedoras y populares
-Casta Diva- hecha suya por algunas de las grandes cantantes de la historia, como Maria Callas, a quien homenajeamos con la programación de una de las obras que la hizo más famosa, en el centenario de su nacimiento, Joan Sutherland o Montserrat Caballé, que la enarbolaron como un ejemplo de complejidad y rotundidad femeninas, aúna valores de devoción, maternidad y rivalidad vengativa que la convierten en una transgresora heroína del melodrama belcantista.
Desde su estreno en la Scala de Milán en 1831, la dramática historia de la suma sacerdotisa y el procónsul romano Pollione, ha encendido los auditorios con su explosión de deslumbrantes exigencias vocales y belleza melódica.
Con un magnífico doble reparto donde destacan, bajo la dirección del maestro Yves Abel y el director de escena Nicola Berloffa, Yolanda Auyanet, Francesco Demuro, Raffaella Lupinacci y Rubén Amoretti, el Teatro de la Maestranza presenta un título que, como Tristán e Isolda -por cierto, Wagner admiraba Norma- pivota sobre grandes conceptos opuestos y que, en un entorno de ardientes pasiones, belicismo y fanatismo religioso, nos atrapa en la tela de araña melódica y vocalmente exquisita que, admirablemente, fue compuesta por Bellini en menos de tres meses.
Libreto de Felice Romani. Estreno en el Teatro alla Scala de Milán el 26 de diciembre de 1831.