40 FESTIVAL DE MÚSICA ANTIGUA DE SEVILLA (FeMÀS)
Cantatas de Pascua de J. S. Bach
Destinada al Domingo de Pascua, la BWV 4 es siempre candidata a ser una de las primeras cantatas escritas por Bach, quien, sabemos, la revisó en 1724 o 1725 para interpretarla en Leipizg, añadiendo entonces corneta y tres trombones a la sencilla orquestación original (dos violines, dos violas y continuo). Pero es muy posible que la obra esté vinculada a Mühlhausen e incluso que tuviera que ver con la prueba que el compositor hizo el día de Pascua de 1707 para acceder al puesto de organista de la iglesia de San Blas. La cantata parte de un coral que Lutero había adaptado de un famoso himno medieval de Pascua (la secuencia Victimae paschali laudes), un coral que domina por completo la composición, ya que Bach lo utiliza de distintas formas en cada una de las estrofas que, tras una breve sinfonía instrumental de catorce compases, se disponen simétricamente de esta forma: coro – dúo – solo – coro – solo – dúo – coro.
BWV 31 fue escrita para el Domingo de Pascua o de Resurrección de 1715, cuando Bach era organista y maestro de conciertos en Weimar. Está escrita a partir de los textos de Salomo Franck, poeta de la corte, publicados aquel mismo año bajo el título de Devota ofrenda evangélica por orden del Serenísimo Príncipe y Señor Wilhelm Ernst duque de Sajonia… en Cantatas espirituales… La Sonata original de la obra ha sido aquí sustituida por el Adagio de la pieza instrumental que abre el Oratorio de Pascua (1735), que es sin duda, un concierto reciclado. Se omite también el coro de apertura, que es a cinco voces, para arrancar con el recitativo de bajo (en realidad, un arioso) y su aria, que está acompañada sólo por el bajo continuo. Este díptico recitativo-aria se repite otras dos veces, destinados al tenor y la soprano, aunque ahora el carácter del recitativo es mucho más declamado. El aria de tenor está acompañada por la cuerda y el continuo. En la de soprano, el ritornello está confiado al oboe, mientras en violines y violas se escuchan frases del coral que cierra enseguida la cantata, un coral aquí sustituido por el coro que articula simétricamente en su torno otra de las cantatas siempre candidatas a ser consideradas la primera de Bach, la BWV 131. Se trata de una obra escrita posiblemente para un acto penitencial celebrado a raíz del incendio que había arrasado Mühlhausen el 30 de mayo de 1707. Bach acababa de obtener su puesto como organista de San Blas. En ese coro el estilo juvenil del compositor se aprecia claramente ya desde su estructura, a la manera del preludio y fuga tan característico de sus primeros años.
El último bloque del concierto se traslada a la católica corte de Dresde. Allí, Zelenka trabajó durante la mayor parte de su vida, desde 1710 a 1715 como contrabajista, y luego desde 1719 otra vez como contrabajista, un puesto al que en 1721 añadió el de vicemaestro de capilla y en 1729 el de director de la música de iglesia. Entre 1715 y 1719, Zelenka estuvo en Viena y en Italia, donde estudió con Alessandro Scarlatti y Antonio Lotti.
El movimiento de apertura de la Triosonata ZWV 181 sirve como introducción a una serie de números de misas: primero el Christe eleison y el Domine Deus de la Missa Paschalis, obra datada en 1726 que Zelenka revisó en 1732. Son dos números breves escritos para voces solistas con el rico contrapunto en acompañamiento que caracteriza la música del compositor. Después se incluyen dos números consecutivos del Gloria de la Missa Sapientiae de Lotti, que Zelenka arregló para una interpretación en Dresde en torno a 1730: el Domine Deus, Rex coelestis, abunda en imitaciones entre la parte, muy melismática, de la soprano y el oboe obligado; mientras en el Domine Fili el trío vocal entra en canon sobre un ostinato de la cuerda. El concierto lo cierra un Regina coeli de Lotti a 4 voces, uno de esos motetes a cappella que con el tiempo se convirtieron en las piezas más famosas del compositor veneciano.