Concierto gratuito del Cuarteto Carmen Thyssen, acompañado por la pianista malagueña Ana Benavides.
Cuarteto Carmen Thyssen. Arte y música se dieron la mano en la creación del Cuarteto Carmen Thyssen, fruto del convenio de colaboración suscrito entre el Museo Carmen Thyssen Málaga y la Orquesta Filarmónica de Málaga. El conjunto está compuesto por las jóvenes músicas Cecilia Blanes (violín), Marta Chica (violín), Paula Sedeño (viola) y Laura Ramírez (violonchelo) y desarrollan un repertorio coetáneo en el tiempo al periodo del siglo XIX y XX de las obras que conforman la Colección Permanente Carmen Thyssen.
En cada temporada, como cuarteto residente en el Museo, ofrece un total de cuatro conciertos. Un viaje a través del siglo XIX cercano a las exposiciones pictóricas del Museo, habiendo extendido sus actuaciones a otros espacios culturales de Málaga y otros museos como el Museo Ruso o el propio Museo Picasso. Destacar, en el aspecto programático, su interés por la recuperación y divulgación del repertorio camerístico español, con propuestas de autores como Arriaga, Chapí, Bretón, Conrado del Campo, Turina o Falla.
Ana Benavides se forma musicalmente en los Conservatorios de Málaga, Granada, Madrid y Viena. Sus estudios superiores en Madrid fueron concluidos bajo la dirección de Manuel Carra, ilustre pianista malagueño. Completa su formación con el Piano Performing Diploma del Royal College of Music de Londres y en la Academia Marshall con Carlota Garriga y Alicia de Larrocha. Premiada en concursos nacionales e internacionales, ha dado conciertos y clases magistrales en España y extranjero (universidades de Melbourne, California, Austin, Río de Janeiro, Texas, Oporto o en la Juilliard School de Nueva York, entre otras) y grabado para radio y televisión. Licenciada en Filosofía y Letras, es Doctora en Humanidades por la Universidad Carlos III de Madrid y Premio Extraordinario de Doctorado. Invitada durante el curso 2014/2015 y también durante el 2022/2023 como investigadora por la Universidad de California en Riverside, ha sido comisaria de las exposiciones Piano Español de los siglos XVIII, XIX y XX. Maestros y precursores (Conservatorio Profesional de Música Joaquín Turina de Madrid, 2007) y Joaquín Turina regresa al Turina (Conservatorio Profesional de Música Joaquín Turina de Madrid, 2018). Junto al profesor Walter Aaron Clark ha comisariado la exposición El paisaje acústico de Joaquín Rodrigo para la Biblioteca Nacional de España (Madrid, 2019). Es actualmente profesora asociada de la Universidad Carlos III de Madrid y catedrática del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
Programa
I PARTE
II PARTE
Notas al programa: Este segundo Quinteto de Dvorak, compuesto en 1887, cuyo estreno tuvo lugar un año más tarde en Praga, se alza como una de las obras de referencia para esta formación junto con las de Brahms, Schumann y Shostakovich. El primer movimiento, de carácter lírico, se presenta enlazando los distintos registros y timbres en una continua variación. El segundo movimiento recibe el sobrenombre de ‘Dumka’, basado en una balada ucraniana, a la que Dvorak le da forma de Rondó intercalando interludios alegres con el tema melancólico. El tercero aparece como un Furiant, inspirándose en una danza folclórica bohemia, terminando abruptamente para atacar el cuarto y último movimiento, una Polka vivaz. La obra, dedicada a Bohdan Neurether, profesor universitario y gran mecenas de los jóvenes músicos de Praga, fue publicada por la editorial Simrock el mismo año de su creación.
Esta versión camerística, que el propio Falla revisó del ballet original, realza dos números de la gitanería: ‘Pantomima’ y ‘Danza ritual del fuego’, estrenándose en Cádiz en la Real Academia Filarmónica de Santa Cecilia en mayo de 1926. En origen, el ballet surge como proyecto conjunto entre el compositor y el matrimonio de dramaturgos integrado por Gregorio Martínez y María Lejárraga. María, amparada siempre tras la firma de su marido, (pues posteriores comprobaciones muestran su verdadera autoría del libreto) resumía el argumento así: "Una gitana enamorada y no correspondida acude a sus artes de hechicería para ablandar el corazón del ingrato, y lo logra, después de una noche de encantamientos y danzas rituales. A la hora del amanecer, despierta el amor que dormitaba". Pese a la recepción un tanto fría del estreno, actualmente se consagra como una de las piezas cumbres del repertorio español. Por una parte, sorprende el uso literal que Falla hace del flamenco y del elemento racial gitano, al igual que haría Lorca en su Romancero, y en segundo lugar, Falla plasma esas fuentes populares en un contexto musical marcado por el uso de ostinatos rítmicos y melodías hipnóticas. De esta confluencia entre tradición y vanguardia surgió un nuevo lenguaje neopopularista, que tanto éxito cosechó en la música española durante las décadas posteriores.