El prolífico cantante y compositor y camaleón del rock Daniel Romano tiene nuevo disco, un ‘Modern Pressure’ que supone una nueva vuelta de tuerca en su inagotable reinvención, una nueva imagen de este joven prodigio y su creatividad incontrolable.

Un disco de la vieja escuela y quizá el más pegadizo que haya facturado nunca. Sin olvidar los elementos del country clásico en la vena de Gram Parsons que le pusieron en el mapa, su nuevo giro artístico bebe de la narrativa y el sonido del Dylan de los 80, del pub rock, de Nick Lowe, de la psicodelia.

Canciones como “When I Learned Your Name” han provocado reacciones de la prensa como la que decía que “Daniel Romano canta como Adam Granduciel, toca la guitarra como un miembro de Thin Lizzy, y compone como Wilco pasando por una etapa power-pop”

Desde que se subiera por primera vez a un escenario en 1993 como batería de la banda de rhythm and blues de su familia, ha lanzado seis discos como “solista”, aparte de su proyecto paralelo de punk rock, la banda Ancient Shapes, trabajando en ellos simultáneamente como productor, ingeniero, artista, compositor, arreglista y director de video.

Es uno de los grandes secretos del underground, alabado por prensa e industria, pero sobre todo, un inquieto talento más allá de etiquetas y calificaciones. Uno de esos creadores atípicos que no se casa con nadie, un genio en constante ebullición, que siempre da en la diana.