SEFF NOCHE.
A los 17 años Oscar D’Aniello ya hacía bailar al personal como dj. A los 22 fue uno de los culpables de que Mishima ya no solo le sonara a los amantes de la literatura: junto a David Carabén fundó una banda que se convirtió en favorita de la Rockdelux (y de media España indie). A los 26, y con Delafé y las Flores Azules, nos regalaba himnos tan coreados como “Espíritu Santo”. Hoy, a los 41, sigue intacta esa capacidad tan suya para deleitarnos, siempre con la música como leit motiv. Cuestión de fe, lo llaman.