Presenta su octavo disco, 'No hay sitio para nadie más'.
Sin perder el estilo propio que llevan desarrollando en una carrera que se extiende más allá de los 30 años, Desastre traspasan las fronteras del rock urbano para transitar sendas que les conducen al metal, al reggae, al funk o al ska con ‘No Hay Sitio Para Nadie Más’, su octavo trabajo y séptimo de estudio.
En este nuevo álbum hay hueco de sobra para críticas sutiles pero certeras que ponen el dedo en muchas llagas: la guerra, los refugiados, las migraciones, el panorama político, la religión católica o el bullying tratado en su tema inicial, “La Cometa Azul”. Sin olvidar el lado amable de la existencia en cortes como “Tabernera” o “Super Funky Love Machine”, las letras, los arreglos musicales y la voz de Alfonso, cuyo timbre dulce pero roto está hecho para el rock, empastan a la perfección en los doce temas que componen el disco.