Detrás de la verdad aúna cante, baile y guitarra, alma y tradición, rompiendo las pautas con un único fin, que el público sienta. Este espectáculo flamenco, vital y dinámico, mantiene la esencia de la tradición, recuperando palos olvidados como la Zambra o los Tanguillos, e incorporando nuevos ritmos y armonías que traspasan las fronteras de la piel.