Diego Amador presenta un escenario en el que Todo es Uno. En las manos de este músico único, piano, teclados, percusión, guitarra y bajo revelan su concepto musical, que va más allá de lo meramente físico y la escucha pasiva, convirtiendo al público en arte y parte del Todo.
Desde el fondo de su naturaleza sensible, lleva al oyente a un viaje global que confluirá en la hondura flamenca.