El sonido de Dreyma, se divide en canciones que implican también un abandono de estructuras pop, prefiriendo servirse de texturas, una amplia paleta de sonidos y matices que adentran al oyente en túneles y bosques y le hacen reaparecer en otros lugares, acompañado de un sentimiento expresivo y un sentido dramático de la interpretación mejor encajado que nunca antes en sus referencias anteriores.
La propuesta de Bromo va más allá de un directo audiovisual de música experimental y arte generativo traspasando la habitual capacidad ‘decorativa’ para convertirse en parte indiscutible de su discurso escénico, musical y estético. De carácter reivindicativo y documental éste proyecto escénico AV se ha abierto camino en festivales de arte digital como Festival Keroxen, In-Sonora, Madatac e incluso festivales de cine como Seminci como proyecto Transmedia.